Definitivamente el anuncio del posible regreso de Orkut al mundo virtual hizo calar una profunda nostalgia entre los internautas, ¿quién no cedió a dejar comentarios en el bloc de notas o participar en comunidades sobre distintos temas dentro de la red? Allá por el 2004 nacía Orkut de la mano del ingeniero turco Büyükkökten, bautizando la plataforma con su primer nombre, una tendencia paternalista virtual que luego seguirían otros emprendimientos para designar sus proyectos con algún dato o nombre filial.
¿En dónde recaía el encanto de Orkut? Primero en su filosofía sencilla, solo tenías que acceder a través de una invitación por mail y podías agregar a amigos, enviar mensajes, crear álbumes de fotos, describirte en tu muro, dejar testimonios, y formar parte de comunidades temáticas.
En retrospectiva y comparando con las redes actuales no parece un formato muy distinto al que hacemos uso hoy en día, pero poniendo en el contexto de la época, era un excelente modelo disparador para instalar el formato de las redes sociales que hoy son cotidianas y algo totalmente innovador.
El segundo encanto que tenía la antigua red social es que fue un fenómeno sin precedentes en diferentes países del globo. Uno de los países con más usuarios fue Brasil, llegando a acumular 700.000 usuarios -antes que se activase incluso el dominio nacional- al punto que, hasta su debacle en el 2014 por la llegada de Facebook, muchos brasileros seguían utilizando la plataforma fantasma.
De tal forma muchas amistades globales se hicieron gracias a la red social, quizás también en gran parte, debido a las comunidades internas de Orkut, donde se podía debatir sobre diferentes temas afines o simplemente armar un fandom sobre música o películas. ¿Quién no recuerda haber pertenecido a una comunidad y debatido dentro de la red por horas?
Hace unos días el creador de Orkut, el ingeniero Büyükkökten, lanzó un comunicado donde daba a entender un posible regreso de la red social. “Creo que el mundo es un lugar mejor cuando nos conocemos un poco más. Es por eso que creé la primera red social del mundo cuando era estudiante de posgrado en Stanford. Es por eso que traje orkut.com a tantos de ustedes en todo el mundo. Y es por eso que estoy construyendo algo nuevo. ¡Te veo pronto!”, expresa el ingeniero final del comunicado.
La nostalgia definitivamente es una moda que ha venido para quedarse. ¿Tendrá el mismo impacto la llegada de nuevo de Orkut? No resta más que esperar a ver qué sorpresas trae entre manos Büyükkökten con esta posible reencarnación virtual de su extinta red social.
