Si vas a trabajar desde casa o desde tu oficina pasando varias horas sentado frente al escritorio, es importante cuidar la forma física y seguir una serie de ejercicios para evitar la atrofia y las molestias musculares durante varios días. Es recomendable quitarse el pijama y vestirte como si fueras a la oficina, para que tu cuerpo se acostumbre a la nueva situación.
La OMS recomienda que los adultos de 18 a 64 años dediquen, como mínimo, unos 150 minutos semanales a realizar ejercicios físicas de actividad moderada. Por eso, con unos 20 minutos al día realizando estas actividades lograrás mantener la forma.
La intimidad del hogar puede hacer que estemos en posturas menos cuidadas de las que tendríamos en público, y a la larga pueden ser perjudiciales. Por este motivo, lo mejor es que estés sentado y no acostado. Incluso es mejor estar en movimiento en algunas ocasiones.
Una larga jornada combinada con una mala postura van a hacer que aparezcan dolores lumbares, que si se prolongan, con el tiempo van a causar que los músculos se resientan y aparezcan molestias al momento de sentarnos o de realizar algún esfuerzo.
Antes de ir a los ejercicios, es importante recordarte la importancia de tener un espacio de trabajo cómodo. En la oficina teníamos un escritorio y sillas con condiciones ergonómicas adecuadas para largas jornadas, pero ahora que estamos trabajando desde casa es más complejo adecuar un espacio en nuestra habitación o en la sala de estar. Si no tienes un escritorio, puedes utilizar una mesa que esté a una altura adecuada y en donde la pantalla del computador no quede por encima del nivel de los ojos.
Para tener una postura ideal es importante ubicarse en una silla que nos permita apoyar los pies en el suelo y que tenga un respaldo en la espalda que forme un ángulo de 90 grados. Los expertos aseguran que no hay una postura perfecta, pero lo que sí es importante es cambiarla cada cierto tiempo. La clave está en parar al menos cada hora para dar un paseo que permitan al cuerpo estirarse y cambiar de posición. Pero si por trabajo no pueden permitirse levantarse tanto, al menos ponerse de pie y dar dos pasos.
Si vas al baño, puedes hacer unas flexiones, estirar un poco para atrás y ya volverte a sentar. Si tienes escaleras en casa, sube y bajalas para no perder fuerza en las piernas. Si no, puedes suplir ese ejercicio flexionando una y otra vez las piernas en el mismo lugar. Lo importante es realizar deporte físico, que es lo que va a prevenir las lesiones de estar tanto tiempo sentados.
Con el trabajo ya hecho, y la jornada laboral determinada, se pueden ampliar estos estiramientos a unos ejercicios más extensos en el suelo. Por ejemplo, se puede estirar la espalda con los siguientes ejercicios como dar grandes pasos (zancadas) o repetir los ejercicios anteriores.
Mantener una buena salud y un excelente estado físico no es solo un tema de “interés personal” o de vanidad, como piensan algunos. Estos juegan un papel fundamental en el desempeño que tienes en el trabajo, pues mejoran tu concentración, memoria y estado de ánimo.