El cuarto capítulo de Nada Personal abarca cuestiones filosóficas del rubro gastronómico, como la búsqueda de la identidad paraguaya en la cocina, las relaciones entre la producción y los ciclos de alimentos y las situaciones planteadas por la pandemia, que golpeó duramente la economía del sector.
Annabel Pitaud consulta al periodista gastronómico Christian Kent sobre el “siguiente paso” a dar para consolidar la identidad paraguaya en la cocina. Kent, basado en su dilatada experiencia en el rubro, considera “indispensable” que la colectividad paraguaya se cuestione sobre su identidad misma para aclarar “nuestra relación con lo que comemos, con los alimentos y con la tierra en la que se produce”.
Para Kent, “el siguiente paso” es “empezar a pensar en soberanía alimentaria”, en reflexionar sobre el modelo de producción que actualmente impera en el Paraguay y de qué manera afecta “esa memoria histórica, genética, que es fundamental para la conservación de una cocina local”.
“El hecho de que cada vez el cultivo extensivo de granos esté ocupando más y más territorio, hace que muchas especies nativas estén en riesgo”, explica Kent.
“Defender una identidad propia significa entender que el alimento tiene una relación con la tierra, con las personas que trabajan la tierra, tiene una relación con las familias campesinas, indígenas, que producen esos alimentos”.
Ante este complejo escenario, Kent hace un llamado a ser “conscientes cuando consumimos” y a insistir y reforzar en el rol de los comunicadores en pro de “contar esas historias dignas de los alimentos que recibimos en la mesa”.
Por su lado, Fede Filártiga recurre a la chef y empresaria Sofía Pfannl para hablar sobre el desenvolvimiento del rubro gastronómico durante esta complicada temporada marcada por la crisis sanitaria del coronavirus.
Pfannl, propietaria del restaurante Pakurí, contó que la cuarentena trajo “muchísima inestabilidad” y cancelaciones masivas a raíz de las medidas de contención adoptadas. Sin embargo, “la actitud siempre fue de ‘si vamos a cerrar, por lo menos vamos a intentar todo lo que se podía’. Y nunca llegamos a cerrar totalmente, durante la cuarentena, de una forma u otra, aunque sea por delivery, nos mantuvimos abiertos”.
A entender de Pfannl, esta ajustada situación fue posible de sobrellevar gracias al valor humano y la voluntad que implicaron en salvar el proyecto. “Nos fuimos todos los días sin saber cómo hacer, pero de alguna manera eso nos ayudó”.
Por último, Pfannl habló sobre las estrategias que utilizó para aferrar a sus comensales a su propuesta y también se refirió al futuro de la gastronomia local, que ve fuertemente ligada al turismo y un “mercado rotativo con mayor capacidad de consumo”.
La sesión se despidió con una sesión exclusiva en vivo de Los Amibops estrenando ‘Influencia del Blues’.