La cineasta paraguaya Paz Encina se alzó con el Tiger Award

“Eami”, de la cineasta paraguaya Paz Encina, ganó el Tiger Award, el premio máximo en el Festival Internacional de Cine de Róterdam (IFFR), además de un premio en efectivo de 40.000 euros. La 51ª edición del evento holandés fue llevado a cabo en línea debido a la ola Omicron que aqueja a la región.

El jurado, compuesto por Zsuzsi Bankuti, Gust Van den Berghe, Tatiana Leite, Thekla Reuten y Farid Tabarki, quedó impresionado con su versión compleja y mágica del sufrimiento de las tribus indígenas, calificándola de “película poderosa”. “Nos dio la oportunidad de soñar y, al mismo tiempo, la oportunidad de despertar”, afirmaron.

Inspirándose en las historias del pueblo Ayoreo-Totobiegosode, así como en su mitología, Encina creó un cuento sobre una joven que emprende un viaje después de que su pueblo es destruido.

“Todas mis películas tratan un tema de exilio, de diáspora, de pérdida. En cierto sentido, es lo que sé y, por lo tanto, de lo que puedo hablar”, dijo la directora a un medio especializado durante el festival.

“Es algo que me pregunto mucho, todo el tiempo. ¿Por qué filmo y para quién filmo? ¿Qué siento que debo hacer? ¿Cuál es mi mirada y mi lugar en un mundo de imágenes cada vez más prolífico?”

Con experiencia en Róterdam, Encina presentó previamente “Hamaca Paraguaya” y su corto “Viento sur” en el festival.

“Todas mis películas tratan un tema de exilio, de diáspora, de pérdida. En cierto sentido, es lo que sé y, por lo tanto, de lo que puedo hablar”

Eami significa ‘bosque’ en ayoreo. También significa ‘mundo’. El pueblo indígena ayoreo-totobiegosode no hace distinción: los árboles, los animales y las plantas que los han rodeado durante siglos son todo lo que conocen. Ahora viven en un área que experimenta la deforestación más rápida del planeta.

La directora paraguaya viajó al Chaco para esta película. Se sumergió en la mitología ayoreo-totobiegosode y escuchó historias desgarradoras sobre cómo la gente está siendo expulsada de su tierra. Basándose en el conocimiento que adquirió, hizo una película de ensueño y realismo mágico sobre una niña llamada Eami. Después de que su pueblo es destruido y su comunidad se desintegra, Eami vaga por la selva tropical. Es el dios-pájaro -explica en la poética voz en off, en su propio idioma- que busca a los que quedan.

De vez en cuando, Encina reproduce fragmentos de entrevistas, mientras estudia el rostro inmóvil de Eami, quien tendrá que vivir fuera de la selva tropical, al igual que el coñone (literalmente: ‘el insensible’). Encina convierte su último paseo en una experiencia para todos los sentidos, con imágenes encantadoras y una poderosa mezcla de sonido.

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