Después del éxito que supuso “Wordle” en el mundo, ya era cuestión de tiempo que aparezca otra propuesta que replique el mismo sistema que el popular juego de adivinanzas. Lo cierto es que ya apareció bajo la etiqueta de “Artle” solo que esta vez en vez de adivinar palabras, debemos adivinar a los autores de diferentes obras de arte clásicas y contemporáneas.
El juego fue creado e impulsado por la “Galería Nacional de Arte de USA” con la intención de atraer la atención del público joven y adulto sobre obras de arte en sus diferentes facetas, aprovechando el revival que están teniendo en la actualidad los juegos de adivinanzas.
“El surgimiento de juegos de adivinanzas diarios, inspiró a nuestro equipo de experiencia y productos digitales y a mí a crear un juego diario usando la colección de la galería nacional” comenta Steven Garbarino, gerente senior de los productos del mítico museo americano.
En palabras de Garbarino, el juego fue pensado en una forma didáctica de revitalizar el interés por el arte y permitir a los usuarios acceder a la colección de 150.000 mil pinturas, obras de arte y fotografías de manera digital y que forman parte del patrimonio del museo.
¿Cómo es la dinámica de Artle? Bastante similar a Wordle, implica que el usuario atine a adivinar a quién pertenece la creación de la obra de arte del día. Una vez visualizada la obra, el usuario debe insertar el nombre del artista en un campo de búsqueda, enviado el nombre aparecerá una “X” roja si la respuesta es incorrecta.
Para ayudar a los usuarios, siempre aparece una obra alterna del artista en cuestión como pista. Artle permite adivinar el nombre del artista en cuatro intentos y hay un nuevo rompecabezas disponible todos los días para poder entrenar la memoria.
Para jugar y probar tu conocimiento sobre arte, ingresá a este enlace www.nga.gov/artle.
¿Por qué la fiebre por los rompecabezas?
El furor por los rompecabezas no es algo nuevo, a principios del siglo XX, se volvió popular -lo que por entonces era un tipo de juego novedoso- el “crucigrama”. La primera aparición de este tipo de juegos al público data de 1913 en el periódico “El Mundo de Nueva York”.
El éxito de Wordle u otros juegos similares recae en la facilidad y posibilidad de jugar de manera álgida, manteniendo el formato tradicional de los clásicos juegos de crucigrama, pero en un formato netamente virtual.