Cartas Sororas, Joe Giménez directora El Cántaro Bioescuela Popular

Todo lo que aprendí lo aprendí haciendo, tropezándome.

De adolescente recordaba sentir vergüenza a la hora de salir, pensaba que lo que vestía me definía, pensaba que una ropa linda o un zapato nuevo me hacia mejor persona.

Hoy me gustaría compartir lo que aprendí, aprendí que no importa dónde hayas nacido o en qué contexto creciste; si tuviste o no las cosas que quisiste, si fuiste huérfana o si creciste en una familia tradicional.

Hoy recuerdo a esa generación de niña/adolescente/ mujer de la cual fui parte, aquella, de inexistentes teatros, bibliotecas, exposiciones en donde no se podía respirar el arte, mas bien, la realidad era de mirar las telenovelas. Ciertamente en limitadas ocasiones el arte llegaba a mi comunidad donde solo podíamos ser pasivos espectadores, ver cómo otros podían bailar, cantar o tocar un instrumento en un salón.

Siempre supe que el arte sería parte de mi vida, siempre busque en el arte escapar de mi realidad aunque el arte que me rodeaba en ese tiempo era un arte divorciado de mi realidad. En mi comunidad de Capiatá, donde yo crecí no teníamos centros culturales ni herramientas de acceso a la cultura que aportaran a nuestro crecimiento y nos enseñaran por sobre todo a leer nuestra realidad.

Gracias a la ayuda de unos pocos, un espíritu valiente y una única oportunidad, logré viajar a París, Francia la cuidad de las Artes, para continuar estudiando y terminar así una carrera universitaria. Tuve la oportunidad de estudiar en Europa, pero lo más importare fue que tuve el privilegio de regresar a mi país con todos los latidos de mi corazón, y poder hacer todo lo que hubiera querido que hagan por mí y de forma excepcional por las niñas que fuimos y que hoy somos mujeres.

En la actualidad soy Directora de una BioEscuela Popular, en ella existe una Biblioteca con miles de libros al alcance de niños, niñas, adolescentes. Aquel espacio en el que si quieres estudiar, cantar, bailar, ayudar y aprender a ejecutar un instrumento lo puedes hacer. Es muy importante recordar que si no tenés plata para pagar no importa, porque la invitación es dar de tu tiempo, tu compromiso o de compartir lo que sabes. Un lugar, en el cual podrías cambiar las telenovelas por talleres de arte, música o teatro, apelando a tu creatividad transformadora y siendo protagonista tendrías la posibilidad de conocer tus derechos, descubrir tu propia realidad, conectar con tus pares y empoderarte.

Todas podemos trasformar nuestro dolor en una oportunidad, generar una esperanza que nos permita sanar al dar o cambiar todo aquello que nos faltó.

Areguá, 26 de febrero 2021

Joe Giménez

Hola!