Empecemos por la parte técnica, según Internet: “Se conoce como firmware al conjunto de instrucciones de un programa informático que se encuentra registrado en una memoria ROM, flash o similar”.
Estas instrucciones fijan la lógica primaria que ejerce el control de los circuitos de nuestros dispositivos. Una de las funciones más importantes de todo firmware es controlar y gestionar tanto lo que es el arranque del sistema del dispositivo como la correspondiente iniciación”. En palabras sencillas, el firmware es el software que maneja al hardware.
Entonces, si el firmware maneja a nuestro hardware ¿no sería mejor tener el último firmware disponible? Cuando nuestro producto sale de fábrica, tiene una primera versión de algún firmware (firmware v1.0) y como toda primera versión está expuesta a errores, la respuesta más común a una falla de firmware es el conflicto entre software y hardware, ejemplo; fallo de leds, congelamiento, no responde adecuadamente, falla de encendido, etc.
Punto a parte, la importancia de un sistema operativo debe ser nuestra mayor prioridad antes de invertir en cualquier controlador de hardware.
Dependiendo del dispositivo, la actualización se puede hacer de tres formas; internet online, memoria flash, cd o través de un laptop. En los dos primeros casos, solo tenemos que pasar la información del medio de almacenamiento, al dispositivo a través de unos comandos o a través de la actualización automática de la BIoS, al momento del encendido. Nota: cada marca y modelo tiene un comando diferente. La actualización por laptop suele ser más sencilla, ya que se trata de un programa o un aplicativo el cual solo lo tenemos que ejecutar.
Hoy en día las marcas más importantes del medio tienen dentro de su web una sección de soporte donde podemos acceder al último firmware, además podemos encontrar tutoriales oficiales en Youtube, así como de los usuarios. Mantener al día el firmware e un plus para la seguridad y el buen rendimiento de los componentes de tu equipo.