Ante los disturbios que ocasionados por los hinchas de River Plate el pasado sábado 24 y la suspensión del partido de la final de la Copa Libertadores, la Confederación Sudamericana de Fútbol decidió que la reprogamación no será en Argentina.
Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, luego de una reunión con directivos y presidentes de ambos clubes, anunció que la final se jugará entre el 8 o 9 de diciembre, pero que la decisión de la sede correrá por el Tribunal de Disciplina. Argentina ha sido descartada por por cuestiones de seguridad.
También aclararon que la Conmebol se hará cargo de todos los gastos de traslado y hospedaje de los dos equipos al país donde se juegue el partido. La resolución se tomó luego de una reunión de una hora y 20 minutos en la que participaron Rodolfo D´Onofrio y Daniel Angelici, presidentes de River y Boca, y Claudio Tapia, titular de la Asociación del Fútbol Argentino.
Otra cuestión que no se decidió, es si el partido podrá jugarse con público de River lo que dependerá de la sede elegida para jugar el partido. Entre las posibles sedes que se barajan como opción están el estadio Defensores del Chaco (Paraguay), Miami y Qatar.