En el año 1903, los Curie recibieron el Premio Nobel de la Física por su investigación sobre los fenómenos de radiación. Hacemos un repaso histórico sobre el hecho que llevó a descubrir las propiedades del radio.
Marie Curie es conocida mundialmente por sus aportes científicos. Comenzó sus estudios a finales del siglo XIX en una época donde no estaba permitido a las mujeres estudiar por lo que estudió de forma encubierta en la Universidad de Latajacy, una institución clandestina.
Eventualmente, conoció al Profesor Pierre Curie con quién se casaría en 1895. Con Pierre cimentaría muchas de sus investigaciones al punto que firmarían juntos muchos de sus trabajos y comunicaciones científicas.
El historial de Pierre y Marie Curie sobre las propiedades del radio nace en 1898, en la Escuela de Física y Química de Paris. Los investigadores presentaron un material invaluable para el progreso científico donde recogieron las experiencias de Marie, que en su tesis doctoral se abocó a estudiar específicamente los rayos de Becquerel (radiaciones de naturaleza desconocida, emitidas espontáneamente por algunos metales como el uranio).
La investigación de Marie llevó a descubrir un metal desconocido, al que bautizaron con el nombre de “polonio”, en alusión directa al país de origen de la científica.
Dentro del material emitido a la Academia, los investigadores insistían en el estudio del fenómeno observado por Becquerel que consistía en la producción espontánea de unas radiaciones por parte de algunos minerales que contenían cuerpos simples más activos que el propio uranio y el torio. A partir de eso se comienza a hablarse de ese fenómeno como “radioactividad”.
El descubrimiento que cambió la historia
El descubrimiento de las propiedades del radio tuvo consecuencias importantes tanto en el ámbito médico como la física teórica. Por ejemplo, lo que hoy se conoce popularmente como “radioterapia”, es decir la aplicación de radioactividad por el cuerpo humano enfermo, por medio del elemento radio, permite apaliar tumores malignos (lo que se conoce como radioterapia destructiva) y también alteraciones de índole inflamatorio, degenerativo, especialmente en la piel, órganos internos y articulaciones.
En tanto en ámbito teórico, las investigaciones sobre la radioactividad hechas por Henri Becquerel y el matrimonio Curie, permitieron consumar posteriormente los trabajos posteriores de Rutherford, Geger, Soddy y Villardy para identificar las radiaciones alfa, beta y gamma producidas espontáneamente en los cuerpos radiactivos; y eventualmente la concepción de los modelos atómicos.
Las investigaciones de Curie y su esposo, llevaron a definir la decisiva fisión del núcleo de uranio por Otto Hanhn y Fritz Strassman en el año 1939.
El aporte del matrimonio Curie cimentó una de las transformaciones no solo científicas, sino también de tinte político y económico. Su premio Nobel lo compartieron con Becquerel, debido al aporte que tanto el matrimonio como el otro científico lograron en términos de descubrimiento científico sobre el campo de la radiación.
Son considerados como los responsables de impulsar el campo de lo que hoy conocemos como física atómica y nuclear, factor que fue de gran transformación científica, política y económica.