Hacemos un repaso por las dos generaciones de la consola más emblemática de Sony. Analizamos la potencia, velocidad y eficiencia de la PlayStation 4 y la PlayStation 5.
CPU
Definitivamente PlayStation sigue conquistando a millones de gamers alrededor del globo. Haciendo un repaso entre las versiones PS4 y PS5, encontramos diferencia primeramente en el modelo de la CPU.
Sí bien en la PS5 también encontramos 8 núcleos como la PS4, la quinta versión destaca por su CPU Zen 2 a 3.5 GHz con una frecuencia variable. En PS4 eran específicamente 8 núcleos Jaguar a 1.6 GHz. Reparando en la GPU y en los cada vez más mencionados Teraflops, la PS5 tiene nada más y nada menos que 10.28 TFLOPs, 36 CUs a 2.23 GHz a frecuencia variable, por su parte, PS4 contaba con un poder de GPU de 1,84 TLFOPS, 18 CUs a 800 MHz
Memoria RAM
La PS4 cuenta con una memoria RAM de 8GB GDDR5, mientras que en la PS5 se incluye una memoria RAM de 16 GB GDDR6, es decir, la memoria RAM en la PlayStation 5 evoluciona a una calidad doble a diferencia de la PS4.
El ancho de banda pasa de 176 GB/s a 448 GB/s, más el doble de incremento, casi el triple en la PS5 comparando con la anterior generación.
Almacenamiento
En relación a la memoria interna entre la PS4 y la PS5, encontramos que la quinta generación destaca por su almacenamiento de 825 GB; la PS4 está disponible en dos versiones: 500 y 1000 GB.
Lo bueno es que ambas consolas se pueden ampliar con una SSD externa de hasta 8 terabytes.
Experiencia visual
En relación a la calidad gráfica, Sony mejoró la PS5 ya que ofrece una resolución de 4K con hasta 120 FPS (120 cuadros por segundo), mientras que en la cuarta generación no es compatible con 4K (solamente en la versión de PS4 Pro) y muestra imágenes a un máximo de 30 cuadros por segundo.
Sí eres un ávido jugador notarás la diferencia de gráficos entre la PS4 Y PS5 automáticamente ya que de 30 FPS de la PS4 a 120 FPS de la PS5 hay una clara diferencia.