Tener el sistema operativo de tu smartphone al día es importante porque el fabricante puede haber liberado una actualización de seguridad para protegerte de alguna vulnerabilidad que acaba de ser descubierta. Pero pasado el tiempo las actualizaciones dejan de llegar…
Como norma general, las actualizaciones oficiales se prolongan por un período de dos años. Esto se aplica a los terminales de gama alta y, generalmente, de gama media. La gama más económica, a veces, se actualiza una única vez (o ninguna).
Tener la última versión del sistema operativo permite disfrutar de los últimos cambios de usabilidad introducidos, disfrutar de una mejor seguridad o aprovechar las mejoras en el rendimiento de la batería. Sin embargo, ya sabemos que la actualización no siempre llega, o lo hace muy tarde.
Vamos por parte. En caso de que tu teléfono sea relativamente nuevo, para actualizar debés ir hasta el menú de ‘Información del teléfono’, donde deberías tener una opción con el nombre ‘Actualizaciones del sistema’. Pulsá sobre ella para acceder a la pantalla desde la que gestionar las actualizaciones.
Si el fabricante de tu teléfono ya te abandonó, te quedas atrapado en la versión actual sin esperanza de que salte el aviso de actualización disponible. Además de aceptar tu destino o, en todo caso, cambiar de móvil. Sin embargo, hay otras dos opciones que tenés: buscar un firmware compatible de otra región o instalar una ROM.
En algunos casos la actualización a la última versión (que de existir, existe) nunca llega a tu móvil. En estos casos en los que el botón de buscar actualizaciones nunca te da resultados a pesar de que sabes que la actualización existe, es posible forzar la instalación del firmware. Esto es especialmente común en Samsung, compañía que tarda bastante en enviar la actualización.
A veces, es la propia compañía quien comparte los firmwares oficialmente, mientras que en otros debes recurrir a repositorios de terceros.
¿Y si tu móvil no tiene ninguna actualización pendiente, ni en tu región ni en ninguna otra?
Aquí es donde acaban la mayoría de móviles Android al cabo de dos años.. Entonces, quedas a cargo de la comunidad de ROM para tu dispositivo. Estos firmwares no son desarrollados por el fabricante de tu móvil (ojo), sino que están creados -o más bien modificados- por terceras personas.
El modo de instalar una ROM puede variar de un modelo y marca a otro como para dar instrucciones concretas, pero como norma general se consigue el acceso root, se desbloquea el bootloader y se instala el modo recovery (para luego descargar el room, copiarlo y reiniciar el dispositivo).