Las actualizaciones del sistema operativo cumplen la función de proteger a nuestro equipo de múltiples amenazas, tales como virus y programas malignos, y garantizar un funcionamiento eficaz, reduciendo las probabilidades de fallos.
La palabra ‘actualizar’ suele generar cierta incomodidad, ya que alude a cambios que quizá no estemos deseosos de introducir.
Existe una natural resistencia a aceptar modificaciones, especialmente debido a la sensación de que estas transformaciones pueden variar el estado de las cosas a la que estamos acostumbrados.
Aún así, debemos dar cuenta de la importancia de mantener el software actualizado.
Las actualizaciones del sistema son mejoras que se realizan al núcleo del sistema operativo, y a diversas aplicaciones que se ejecutan en este sistema, con la finalidad de mantener su funcionamiento óptimo y reparar fallas, errores y vulnerabilidades que se puedan presentar.
Estas actualizaciones son conocidas también como parches o como boletines de seguridad (en el caso de Windows) y, por lo general, están disponibles para ser instaladas en nuestros PC de manera pronta y gratuita.
Este proceso de actualización puede ser manual o automático, dependiendo de los gustos de personalización del sistema por el cual opte el usuario.
No sólo Windows requiere de actualizaciones, ya que Mac OSX y Linux y también Android e iOS cuentan con ciclos de actualizaciones.
Es fundamental mantener el software actualizado. Es el único modo de evitar problemas de vulnerabilidad y de funcionamiento del sistema operativo, aplicaciones y programas de nuestro ordenador.
Por otra parte, las actualizaciones de los programas antivirus son esenciales para impedir la acción de amenazas durante la navegación por la Red y al intercambiar distintos tipos de archivos. Si el antivirus no se actualiza periódicamente, es incapaz de cumplir con el objetivo para el que fue concebido: actuar como cerco de protección entre el peligro procedente del exterior y nuestro equipo.
Los drivers también requieren de actualizaciones, ya que en numerosas ocasiones son los controladores de dispositivos los que provocan gran cantidad de dificultades al funcionar con versiones antiguas.
Si queremos disfrutar de las ventajas de la tecnología debemos:
- Vigilar el estado de actualización de nuestros dispositivos y aplicaciones.
- Elegir la opción de actualizaciones automáticas siempre que esté disponible.
- Instalar las actualizaciones tan pronto como se publiquen, especialmente las de los sistemas operativos, navegadores y programas antivirus.
- Ser cuidadosos con las aplicaciones que instalamos, huyendo de fuentes no confiables.
- Vigilar los privilegios (permisos) que concedemos a los programas y aplicaciones.
- Evitar hacer uso de aplicaciones y sistemas operativos antiguos que ya no dispongan de actualizaciones de seguridad.