Hablemos de Uber y Bolt, dos de las principales aplicaciones de transporte privado hoy disponibles en el mercado. Ambas son aplicaciones móviles gratuitas de transporte privado que conecta conductores con pasajeros y permiten a los mismos solicitar viajes de manera conveniente, donde sea que estén.Pero, y siempre hay un pero, no son similares del todo.
Uber es una alternativa al servicio de taxi tradicional y el conductor no tiene que ser un taxista “profesional”. Esta startup ahora tiene más de mil millones de usuarios en todo el mundo.
Uber también posee un servicio “confort”, que entre otras cosas garantiza más espacio para las piernas y permite al pasajero elegir si quiere que el conductor entable o no una conversación con él. Esta última opción estaba hasta ahora únicamente disponible en el caso de los vehículos negros de lujo de la compañía (el servicio conocido como Uber Black). También incluye la garantía de que se trata de vehículos nuevos, de tamaño medio y con un conductor con una puntuación igual o superior a 4,85.
La empresa con sede en San Francisco (California, EE.UU.) también desarrolla un servicio de helicóptero en Nueva York que conecta la isla de Manhattan y el aeropuerto JFK en apenas ocho minutos a un precio de 200 dólares por carrera.
Bolt se basa en el mismo principio que Uber, donde cualquier persona con un permiso de conducir válido puede ser un conductor de Bolt. Esta startup creada en Estonia está tratando de abordar especialmente los mercados europeos. Se sitúa en Praga (República Checa) desde 2015 e intenta competir con otras compañías mediante una política de precios agresiva, tan agresiva que ya demostró ser capaz de marcar la pauta en el mercado.
Bolt tiene más de 30 millones de usuarios en más de 35 países de Europa y África. Sus servicios van desde viajes compartidos, micromovilidad con patinetas y bicicletas eléctricas hasta comida y entrega de paquetes a nivel mundial.
Comparar los coches es algo subjetivo y, básicamente, para cada servicio, habrá coches nuevos de alta calidad, y también coches más antiguos con características propias. La ventaja de Uber es que los coches -por contrato y de forma excluyente- no pueden tener más de 10 años de antigüedad.
El gran -y único- punto en común de Uber y Bolt son los llamados “picos”, cuando los precios aumentan significativamente en un momento en que la demanda es alta (generalmente por la mañana y por la noche, especialmente los viernes y sábados). A veces, incluso más del doble.
Tanto Uber como Bolt, están disponibles en las principales ciudades del mundo. Así también la aplicación de cada servicio está disponible tanto para Android como iOS.