Call of Duty: Warzone ya se encuentra disponible de forma gratuita a modo de free to play en PlayStation 4, Xbox One y PC desde el día de ayer. El juego es un spin-off de Call of Duty: Modern Warfare de 2019, pero la compra de éste no es obligatoria.
Warzone fue desarrollado por Infinity Ward y Raven Software y publicado por Activision. Éste permite el combate multijugador en línea entre 150 jugadores ambientados en la ciudad ficticia de Verdansk, y presenta tanto el juego multiplataforma como la progresión multiplataforma entre ambos juegos.
El juego presenta dos modos, Saqueo y Battle Royale. Además ofrece un nuevo sistema de divisas dentro del juego llamado Cash que se usa en las estaciones de compra en Verdansk y sus alrededores. Las caídas de carga son un ejemplo de dónde se puede intercambiar efectivo, para un acceso limitado a las clases personalizadas de los jugadores. Los jugadores pueden usar efectivo para comprar artículos como killstreaks y máscaras de gas.
Aunque se podría ver y sentir de manera similar a sus homólogos de battle royale, como Fortnite y Apex Legends, Warzone tiene sus propias características. Además es mucho más grande y aparentemente mejor de lo que está disponible hoy en el mercado, pudiendo ocupar 101 gigas de almacenamiento si no se cuenta con Warfare.
Mientras que Battle Royale es un género popularizado por juegos como Fortnite, el modo de juego «saqueo» está relacionado con la mecánica de divisas en el juego y es exclusivo de Warzone.
Es la segunda entrega principal de Battle Royale en la franquicia de Call of Duty, siguiendo el modo «Blackout» de Call of Duty: Black Ops 4 (2018). Warzone se diferencia de Black Ops 4 al reducir la dependencia de dispositivos equipables y en su lugar alienta la acumulación de su nueva moneda, Cash. Warzone admite hasta 150 jugadores en una sola partida, lo que supera el tamaño típico de 100 jugadores que se ven en otros títulos de Battle Royale.