La popular aplicación de navegación dispone de un servicio de localización de controles de velocidad fijos y móviles. Si sueles viajar con Google Maps, esta herramienta «radar» te resultará muy útil. Al estar disponible en millones de dispositivos con el sistema operativo iOS, Apple, y Android. La cartografía y navegación de Maps incluye la localización de radares fijos y móviles. La utilización de este servicio es absolutamente legal, no se trata de un detector de banda o de un inhibidor.
Disponer de esta localización y avisos es muy sencillo una vez se comienza a utilizar Google Maps. Tan solo es necesario elegir un punto destino y, a continuación, seleccionar la ruta propuesta por el sistema que mejor se adapte a nuestras necesidades e iniciar la navegación. A partir de ese instante, en el mapa aparecerán marcados los radares fijos en color naranja, mientras que los móviles, menos fiables, están identificados en color azul.
Una vez que inicias el trayecto, la aplicación te va dando indicaciones por voz de la ruta, y también te avisa con antelación de la presencia de los radares en tu viaje. Si en vez de azul o amarillo, te sale el icono de un cinemómetro naranja, indica que el radar puede ser móvil o fijo.
Antes de iniciar la marcha, se puede pinchar sobre estos iconos para obtener algunos datos añadidos al respecto, como el tipo de dispositivo del que se trata o la última actualización de su ubicación (en el caso de los móviles).
Dicha funcionalidad deja de estar disponible una vez que el vehículo comienza a circular, por razones obvias de seguridad, aunque la información por supuesto sigue facilitando. Junto a las instrucciones de navegación hasta el destino se incluyen los avisos sonoros con antelación a la llegada a cada control de velocidad. Una buena forma de permanecer atentos a los límites y no cometer imprudencias superándose, con el riesgo de la consiguiente sanción o accidente.