El predominio masculino en el ámbito de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) dio lugar a una brecha que se manifiesta en el desequilibrio de los niveles de formación, capacitación y acceso a las TIC entre mujeres y hombres. Por lo tanto, se convierte esto en elementos que generan desigualdad, lo que incide desfavorablemente en el desarrollo de competencias y capacidades por parte de las mujeres para el acceso equitativo a empleos de calidad y salarios competitivos.
Para lograr una comunidad integrada y desarrollada, necesitamos más mujeres involucradas en tareas científicas y en el manejo de la tecnología. Por eso, se debe aportar desde todos los ámbitos, las herramientas para una apertura real, ya que el interés de las chicas hacia la tecnología siempre existió, sólo que históricamente debimos traspasar barreras construidas con prejuicios y discriminación.
La necesidad de poder integrar a las chicas a la tecnología nace con el propósito de contribuir a la igualdad de género de nuestro país. Reducir la brecha de género existente en el sector de las TIC y permitir que niñas, adolescentes y mujeres desarrollen capacidades y habilidades en el uso de herramientas tecnológicas.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), las mujeres, constituyen menos de 10 % del personal en los centros de innovación y sólo un 5 % de las integrantes de las academias nacionales en disciplinas científicas y tecnológicas. Equilibrar la presencia de las mujeres en las TIC es necesario para que todas las niñas y adolescentes no la vean como un área eminentemente masculina.
Son varias las estrategias que se deben poner en marcha, tanto en entornos familiares, escolares y empresariales. A continuación, 4 formas principales:
Modelos familiares igualitarios: Fomentar unos modelos familiares donde se reparta la carga de trabajo doméstica, de cuidados y laboral entre hombres y mujeres. De esta manera, niños y niñas tendrían más libertad a la hora de emprender un camino u otro.
Visibilizar a las mujeres referentes en las TIC: La falta de confianza puede arruinar por completo cualquier vocación. Algo que también mostró una investigación publicada en 2017 en la revista Science, donde se preguntaba a niños y niñas si, cuando se les hablaba de una persona especialmente inteligente, creían que era de su sexo o del contrario. Cuando tenían menos de cinco años no había diferencias, pero a partir de los seis la probabilidad de que las niñas considerasen que la persona brillante fuera de su sexo descendía.
Derribar las dificultades de acceso: Un reciente informe de la Unesco recuerda que solo el 22 % de los profesionales que trabajan en inteligencia artificial (IA) en todo el mundo son mujeres. También es importante el control de las conductas dentro de la empresa para evitar actitudes machistas, desde las más directas como el acoso hasta otras como los micromachismos.
Evitar la separación entre letras y ciencias: El objetivo es romper las barreras entre las disciplinas, mezclarlas y que el alumnado aprenda conocimientos desde distintas perspectivas.