El alzamiento que desembocó en la Independencia del Paraguay se dio tras una suma de situaciones que venían de mucho antes de la noche del 14 y madrugada del 15 de mayo de 1811.
A los problemas de España con Napoleón había que sumarle una serie de condimentos que terminaron por dar el impulso definitivo a los oficiales criollos, ya hartos de los privilegios que gozaban los españoles en la entonces Provincia del Paraguay.
CONTEXTO
El resentimiento de los milicianos contra el gobernador Bernardo de Velasco luego de que éste no les recompensara por sus victorias en las batallas de Paraguarí y Tacuarí, junto con el temor del ingreso de las fuerzas portuguesas, llevó a que se gestara en torno al teniente coronel Fulgencio Yegros una conspiración para finalizar la dependencia de la Intendencia del Paraguay respecto del virrey Francisco Javier de Elío.
ACCIÓN
Como Yegros se hallaba en Itapúa, Gaspar Rodríguez de Francia planificó el golpe en la capital, donde fue decisiva la participación del capitán Pedro Juan Caballero y del alférez Vicente Ignacio Iturbe.
En la mañana del 14 de mayo de 1811 advierten a Iturbe que las autoridades coloniales sabían de la revuelta. Siendo las 22:00 se ocuparon los cuarteles de la Plaza y del Real Colegio Seminario con unos 80 soldados que instalaron 6 cañones, 2 de ellos apuntados hacia la casa del gobernador Velasco.
Ya en la madrugada del 15, Iturbe intima a Velasco, quien fue obligado a continuar en el cargo, aunque brevemente, asociado con José Gaspar Rodríguez de Francia y el español Juan Valeriano Zeballos (representante de la milicia dominante). En este trascendental incidente no se derramó una sola gota de sangre.
EL DESPUÉS
Tras la instalación del Triunvirato, el principal objetivo de los revolucionarios fue asegurar la autonomía soberana de la provincia. Entre el 17 y el 20 de junio de 1811 se reunió un Congreso provincial.
El 19 de junio Velasco fue destituido y apresado junto con los miembros del Cabildo, acusados de entendimiento con Elío y de negociar con los portugueses para defender la monarquía.
Aquel Congreso decidió cesar a Velasco y nombró una Junta Superior Gubernativa presidida por Fulgencio Yegros, como presidente, e integrada por Rodríguez de Francia, Pedro Juan Caballero, el sacerdote Francisco Javier Bogarín y Fernando de la Mora.
Ya en 1842, llegó a Asunción Robert Gordon, enviado confidencial de la reina de Inglaterra, e informó a los cónsules Carlos A. López y Mariano R. Alonzo que el argentino General Rosas buscaba su anexión. Inmediatamente el Congreso declaró que “La República del Paraguay, en el Río de la Plata, es para siempre de hecho y derecho una nación libre e independiente”. El 25 de diciembre se juró solemnemente en la República la Independencia.