La Semana Santa en Paraguay es, además de un tiempo para reflexionar y conectar con nuestra espiritualidad, un espacio para el descanso y la desconexión de la rutina. Ante esta posibilidad, los viajes al interior aparecen como una opción preponderante.
“Para recorrer mi pequeña nación, debes conocer ruta 1 y ruta 2”, dice la canción de la banda Kchiporros. Y así es, estos dos caminos nos vinculan con las ciudades del interior del país y sus atractivos turísticos, donde las comidas típicas, la naturaleza y un ritmo de vida más pausado nos conquistan de inmediato.
Si aún no tenés planes para esta Semana Santa, te recomendamos tres sitios tradicionales a visitar y donde Personal tiene cobertura, por ende podrás seguir en comunicación en todo momento.
Tañarandy o “Tierra de los irreductibles” es uno de los destinos más concurridos del país cada Semana Santa, representa el símbolo más alto de la religiosidad popular y la traducción artística más genuina de la fe cristiana.
Se trata de una procesión que tiene lugar cada Viernes Santo por el Yvága Rape, un camino de aproximadamente 200 metros decorado con candiles hechos por los pobladores del lugar y acompañados por el artista Koki Ruiz.
Durante la peregrinación, faroles y antorchas se encienden iluminando el camino de los fieles hasta llegar al punto máximo del recorrido, La Barraca, donde se representa la pasión y muerte de Jesús con cuadros vivientes y un anfiteatro natural.
Ubicada a unos 72 km de Asunción, la ciudad de Eusebio Ayala, conocida también como Barrero Grande, invita a los visitantes a un recorrido por sitios emblemáticos y a disfrutar de la preparación de su producto típico más importante: la chipa.
Desde hace ocho años, la ciudad es propulsora del circuito denominado “Chipa Rape”, que se realiza anualmente los días jueves de Semana Santa. La propuesta consiste en un recorrido histórico por las chiperías de la zona y que va acompañado de grupos de ballet y danza, quienes le dan un color especial a la actividad.
Asimismo, además de observar la tradición en torno a la chipa, se busca difundir la historia del pueblo a través de sus atractivos turísticos, como el monumento a los Niños Mártires de Acosta Ñu, el Cerro de la Gloria, entre otros.
Desde Asunción son 180 km de recorrido hasta este distrito de Guairá, el segundo más poblado después de Villarrica. Se trata de uno de los destinos más eclécticos del país, donde se conjugan historia, naturaleza exuberante y gastronomía tradicional influenciada por los inmigrantes alemanes que viven en el sitio.
Es una zona rica en paisaje debido a su proximidad con la Cordillera del Yvytyruzú, que atesora atractivos turísticos naturales como el Cerro Akatí, el Cerro de la Cruz, el Salto Suizo y otros saltos más pequeños que se encuentran en propiedades destinadas a la preservación del medioambiente.
Conocida como la Tierra del Vino y el Sol debido a que allí, durante muchos años, la industria de esta bebida fue la mayor fuente de ingresos, llegando a su apogeo entre los años 50 y 60 del siglo XX y representando un gran avance para el desarrollo de la ciudad.
Hoy, Colonia Independencia no solo ofrece lo mejor de las culturas paraguaya y alemana, sino también la calma de una vida que se alimenta de la naturaleza más pura de Paraguay.