El tópico de la semana pasada en redes fue la implosión del submarino que transportaba a cinco pasajeros. Analizamos cuales fueron algunas de las hipótesis posibles que llevaron a que ocurra el fatídico desenlace.
El jueves pasado la Guardia Costera de Estados Unidos daba la noticia de que se encontraron restos del “Titán”, el submarino que pertenecía a una empresa de turismo y realizaba expediciones para ver de cerca los restos del famoso Titanic, sumergido al norte del océano Atlántico.
En total, cinco personas perdieron la vida a borde del submarino propiedad de “OceanGate Epeditions”. Cuando perdió contacto con el buque de investigación canadiense Polar Prince el domingo 18 de junio, a pesar de la búsqueda, se cree que los tripulantes fallecieron tras su inmersión y posterior implosión. Una implosión se caracteriza por ser un efecto contrario a la explosión, en el que los objetos no se expanden, sino que se contraen y se debe a la presión externa que es mucho mayor.
Una implosión se caracteriza por ser un efecto contrario a la explosión, en el que los objetos no se expanden, sino que se contraen y se debe a la presión externa que es mucho mayor.
Hipótesis de fallos
Una de las hipótesis sobre el falló del submarino “Titán” es que la presión a 3800 metros de profundidad es de 380 veces la de la superficie. Probablemente, el más mínimo fallo a esa profundidad implicar la muerte segura en cuestión de milésimas de segundos.
Otra principal hipótesis es que los materiales con los que se construyó la cápsula sumergible no hayan aguantado dicha presión y terminará por implosionar. El Titán estaba hecho de fibra de carbono y titanio, el propietario del submarino había hecho hincapié que dudaban sobre la resistencia, pero siempre fueron desestimadas ya que se habían logrado viajes con gran éxito anterior al fatídico hecho.
Entre otras de las hipótesis que se barajaron dentro de los medios de comunicación es que podría haber ocurrido un fallo eléctrico que llevó a que el submarino no pueda ascender. La empresa ya había tenido una situación similar en un viaje, pero finalmente pudo salir, dejando ver que ya había una antesala de situaciones de riesgo.
OceanGate Expeditions ya había sido acusada de ofrecer un servicio de inmersión en aguas profundas muy experimental, sin protocolos de seguridad y no contaban con una certificación real.
Otro punto objetado sobre el “Titán” fue que muchas de las partes del submarino estaban improvisadas, siendo viral la imagen del control remoto de 30$ con el que se disponía a controlar la nave.
El director de cine James Cameron, famoso por realizar la película Titanic, reconoció a la ABC News su sorpresa en relación a la similitud del hecho del submarino de OceanGate Expeditions con la tragedia histórica del Titanic.