Game of Thrones llegó a su final luego de 8 años con el sexto capítulo de la octava temporada y grandes sorpresas en la trama, que no cayeron del todo bien al fandom. El trono de hierro fue destruido, pero los seis reinos ya tienen un nuevo gobernador.
Kingslanding fue completamente destruido en el episodio anterior, Daenerys, Drogon, Los Inmaculados y el resto de los Dothraki arrasaron con la población dejando una ciudad en ruinas. En su discurso triunfal, Dany aseguró que las conquistas seguirían alrededor del mundo, lo que causó preocupación en Jon, Tyrion, Ser Davos y Arya.
Tyrion es encarcelado al oponerse a tal destrucción, y al ser visitado por Jon, planta la idea de que Daenerys debe ser removida del cargo a como dé lugar, ya que al entender de ellos y otros varios, no puede ser una justa gobernante. La Madre de Dragones visita por fin la sala del trono a donde Jon va a encontrarla y luego de una suerte de discusión sobre el futuro de los pueblos, él le clava una daga en el abdomen, muriendo en sus brazos. Drogon sufre la muerte de su madre y derrite el trono de hierro con su fuego.
Tiempo después, se reúnen Sansa, Arya, Bran, Edmund Tully, Ser Davos, Brienne, Yara Greyjoy, Robin Arryn, Gendry Baratheon, Samwell Tarly, y otros lords. Tyrion, que seguía encarcelado por Greyworm y Los Inmaculados, es el proponente de que Bran Stark sea el nuevo Rey, por toda la historia de la que es consciente gracias a su nueva identidad como el Cuervo de Tres Ojos. Sansa exige que Winterfell se mantenga como un reino independiente, convirtiéndose ella en la reina del norte. Tyrion queda como mano del rey para toda su vida -una especie de castigo-, Samwell como Maestre, Ser Bronn como Maestro de la Moneda, Ser Davos como Capitán de la fuerza naval, Brienne y Podrick como guardias reales. Arya por su parte decide explorar sitios antes no explorados, el oeste de Westeros.
Jon Snow es sentenciado a ir al muro nuevamente, donde se convierte en Lord Commander y vuelve a reunirse con su huargo Ghost. Su misión, junto a Tormund, es llevar a los Wildings de vuelta a sus tierras, más allá del muro.
El final de Game of Thrones dejó muchos cabos sueltos, apresurándose en cerrar arcos narrativos de los personajes televisivos -y literarios- más queridos de los últimos tiempos. Aún así, obtuvo un récord de audiencia televisiva y se espera con ansias las precuelas, una de las cuales ya está en producción, «Red Moon», a estrenarse en 2020.
Para los nostálgicos queda el documental «The Last Watch», el backstage de la producción de Game of Thrones a ser emitido el próximo domingo 26 de mayo a las 21:00 por HBO.