La pandemia está evolucionando y todavía el Paraguay mantiene unos niveles muy altos de transmisión. No bajemos la guardia y menos en fechas tan sensibles como Navidad y Año Nuevo, que cerrarán un año particularmente duro y lleno de sacrificios. Lo más importante respecto a las fiestas es respetar los protocolos y recomendaciones para no aumentar la incidencia del coronavirus.
Lo negativo sobre la próxima temporada de fiestas de fin de año es que las comidas y fiestas tradicionales -que involucran entornos interiores, mala ventilación y contacto prolongado y cercano- son los mayores factores de riesgo para la propagación del COVID-19.
La abstinencia es insostenible y más si se llega de meses de encierro y estrés, es por ello que debe plantearse el escenario de las fiestas de fin de año bajo protocolo anti coronavirus. Las recomendaciones están dadas.
Por ejemplo, las autoridades insisten en que las reuniones en el ámbito familiar deben limitarse la participación a los miembros que pertenezcan al mismo grupo de convivencia, si bien en el caso de que haya algún miembro externo -no conviviente habitual-, las reuniones serán de hasta un máximo de 6 personas (el núcleo familiar cuenta como una persona) y se debe garantizar las medidas de prevención (cada persona adicional aumenta el riesgo de que alguien lleve el virus a la reunión), y también aumenta el número de personas que podrían contagiarse, independientemente de si son familiares o no.
Así también, no deberían acudir a ninguna reunión familiar o social todas aquellas personas que han sido diagnosticadas con COVID-19 y aún están en periodo de transmisibilidad; tienen síntomas de COVID-19; están esperando los resultados de la prueba diagnóstica de coronavirus; o pueden haber estado expuestas a alguien con coronavirus en los últimos 14 días.
Es importante, asimismo, asumir un compromiso con la salud de propios y extraños y que en todos los contexto se mantengan las medidas de prevención (6M): mascarilla (uso de mascarilla todo el tiempo posible); manos (lavado de manos frecuente); metros (mantenimiento de la distancia física); maximizar ventilación y actividades al aire libre (mantener las ventanas y puertas abiertas en la medida en que sea seguro y factible según la temperatura); minimizar número de contactos (preferiblemente siempre los mismos); y «me quedo en casa si síntomas, diagnóstico o contacto».
Recordar que, a pesar de las variables, si se duplica el tamaño del festejo, prácticamente cuadruplica el riesgo de transmisión.