La autenticación en dos pasos se ha instalado prácticamente en todos los servicios principales que utilizamos en la web, estableciendo la forma más segura con la que podemos acceder a nuestras diferentes cuentas. Este sistema de protección de nuestras cuentas es una realidad que todos hemos experimentando en uno u otro servicio, ya que todas las compañías consideran que es la mejor forma de protección en la actualidad.
Teóricamente, estamos ante un sistema que es prácticamente imposible de transgredir por parte de otros usuarios no deseados que quieran forzar a entrar en nuestras redes sociales o servicios web.
¿En qué consiste la verificación en dos pasos? La verificación en dos pasos consiste en introducir el usuario y la contraseña que normalmente usamos y que, en teoría, solo los portadores conocemos, para después confirmar otra segunda contraseña, que en la mayoría de los casos llegará a nuestro teléfono móvil en formato de mensaje o clave encriptada.
Esta es una forma de asegurarse doblemente de que el usuario portador de esa cuenta, está accediendo, ya que la segunda verificación solo podría darse teniendo acceso al dispositivo móvil.
Hay otros casos donde la verificación lo mandan directamente a la app correspondiente, como ocurre en algún banco, por lo que, si no tenemos la aplicación, no podremos poner en uso este tipo de verificación.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes? La mayor ventaja es que vamos ampliar la protección de seguridad de nuestras plataformas sociales y operaciones web. El hecho de tener que pasar por una segunda verificación, automáticamente amplia el porcentaje de seguridad ya que obliga a tener acceso al dispositivo móvil.
Como desventaja podríamos citar el hecho de que obviamente ralentiza el acceso a ciertas operaciones y plataformas, ya que después de colocar el usuario y la contraseña se debe esperar el mensaje de confirmación o clave de acceso para seguir operando.
Otra desventaja podría ser que el hecho de que siempre debemos tener nuestro teléfono móvil a mano, que en el peor de los casos si no está funcionando puede imposibilitar las transacciones. De igual forma muchos operadores web y redes sociales, ya tienen incorporadas una tercera vía de verificación.
Por ejemplo, Google tiene unos códigos de verificación para usar en el caso que no dispongas del teléfono móvil o no tengas a mano.
En cualquiera de los casos, todo es cuestión de acostumbrarse. Mejor ampliar la seguridad de acceso a nuestras cuentas que pasa un mal momento.