El Abierto de Tenis de los Estados Unidos vio este año la consagración de la británica Emma Raducanu y el ruso Daniil Medvedev, quienes anotaron sus nombres en la prestigiosa Sala de Campeones con datos que quedan para la posteridad.
Emma Raducanu, de 18 años, derrotó en la gran final en Nueva York a la también adolescente canadiense Leylah Fernández, 6-4 y 6-3.
Esta tenista se ubicaba en la posición 150 del ranking mundial y que para poder llegar al US Open tuvo que entrar por clasificatorias previas (no automáticamente, como hacen los tenistas en las posiciones 1 a la 60 del ranking mundial).
Es decir, Raducanu es la primera tenista en la historia, entre hombres y mujeres, que entra por las clasificatorias previas y gana alguno de los cuatro torneos del Grand Slam.
Es decir, Raducanu es la primera tenista en la historia, entre hombres y mujeres, que entra por las clasificatorias previas y gana alguno de los cuatro torneos del Grand Slam.
Lo hizo, además, sin perder un solo set en los nueve partidos que disputó (tres en las clasificatorias y seis en la competencia principal). Esto no ocurría desde que Serena Williams ganó en 2014.
Gracias a su proeza en suelo estadounidense, Raducanu es ahora la campeona de Slam femenina más joven desde Maria Sharapova en Wimbledon en 2004 y la británica más joven en ganar un título de Grand Slam. Se llevó a casa más de dos millones de dólares en premios, subió al puesto 23 en el ranking WTA y se convirtió en la número uno británica.
Por su lado, Daniil Medvedev arruinó la cita que hubiese consagrado definitivamente la ilustre carrera del serbio Novak Djokovic que, si conquistaba su cuarto título neoyorquino, se anotaría a los 34 años su grande número 21, uno más que Roger Federer y Rafael Nadal. La hazaña quedó ahí, a un paso.
Es que Medvedev, de 25 años y hoy número dos del mundo, impuso su hambre de gloria y ganó en la catedral neoyorquina su primer grande con un triple 6-4 y volviendo loco a Djokovic, quien inclusive lloró en un pasaje del partido al sucumbir ante la impotencia de no poder frenar los poderosos saques de su motivado rival.
Medveded se ratifica en primera posición en el campo de la siguiente generación, como reconocía Djokovic “ya la actual”, lista para ocupar el espacio que empieza a abrirse tras los tres lustros de dominio del trío de maestros.
Aunque en un momento dado cayó hasta el último escalón de las finales del Grand Slam, la victoria en las Finales del ATP Tour en 2020 fue un momento decisivo para el ruso, que demostró su categoría en el camino hacia el título, convirtiéndose en el primer jugador en derrotar al número 1, al número 2 y al número 3 del mundo.