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Qué tener en cuenta para comprar una tablet

Una tablet es un aliado indiscutible para disfrutar de tardes de ocio, realizar tareas, guardar materiales o simplemente disfrutar de las bondades de Internet. Te contamos qué tener en cuenta para comprar una tablet y que sea un aliado infalible en tu rutina diaria.

Sistema Operativo

A la hora de comprar una tablet debemos ver qué tipo de sistema operativo lleva. Algunas tablets cuentan con un sistema operativo iOS (puntualmente las que son de la marca Apple), otras poseen un sistema operativo Android como los smartphones y son bastantes cómodos, también destacan por ser las más comunes en el mercado.

La tarea más difícil, sin embargo, es siempre elegir una Tablet con sistema operativo de Windows, sencillamente porque es un sistema operativo con unos requisitos más altos en términos de hardware y eso introduce una dificultad: los precios de los dispositivos, necesariamente, tienen a ser más altos.

Procesador, RAM y almacenamiento

La mayoría de las tabletas hacen uso de procesadores Snapdragon, para tener un parámetro de lo que abunda en el mercado.

Para los usuarios que busquen una Tablet para ocio, pueden conformarse con un procesador de gama media. Una tablet de gama media cumplirá de sobra para cuestiones como navegar, ver series o usar apps. El almacenamiento para este tipo de actividades no es tan relevante ya que puede ampliarse en el caso que se requiera.

Para los usuarios que busquen una tablet para trabajar o estudiar, la elección de procesador debe ser más compleja. Lo principal es buscar alguna que tenga como mínimo 4 Gb de RAM y almacenamiento interno de 64 GB con posibilidad de ampliar con una microSD.

Fijarse en la calidad de la resolución

Las pantallas de las tabletas son la base de un funcionamiento óptimo y las que proporcionan una experiencia de fluidez. Encontramos muchos tipos de resoluciones que, como todo, dependen del dinero que estemos dispuestos a pagar. De hecho, consideramos este punto como fundamental para decidirse por una Tablet u otra, ya que marcará la experiencia de uso.

En primer lugar, nos encontramos con la densidad de píxeles, que está relacionado con la resolución: se trata del número de píxeles por pulgada de una pantalla.

Por ejemplo, con 200 PPI obtendremos una experiencia normal, el estándar. En general, son las pantallas HD las que ofrecen este nivel de PPI. Naturalmente, cuanto más PPI a partir de los 200, mejor calidad de imagen.

Analizar qué tipo de pantalla tiene

Los tipos de paneles han ido avanzando con el tiempo. Entre los tipos de pantallas del mercado actual encontramos las TFT y las IPS, variantes, al mismo tiempo, de las LCD y AMOLED.

En el caso de las TFT nos encontramos con los modelos más simples, ya que están fabricadas en cristal líquido, como las de las calculadoras, por ejemplo. Por otro lado, un nivel superior son las IPS, nuevas, con menor consumo de la energía y batería y, sobre todo, con mejores ángulos de visión para visionar cómodamente desde cualquier lado.

Luego están las LCD y AMOLED. La mayoría de LCD son IPS. Las AMOLED son mejores, así que te invitamos a lanzarte a por ellas. Disponen de imagen más brillante, son más finas y flexibles, además de consumir menos energía que las LCD, de forma general. De hecho, las LCD se están dejando de fabricar paulatinamente, dejando paso a las AMOLED, y su mejor versión, las Super AMOLED. El problema con esta última, es que son más caras de fabricar.

Batería

La batería es un eslabón importante a la hora de elegir una Tablet. Lo recomendable es que, a la hora de ver las especificaciones de una tablet, en el apartado de batería no baje de los 7.000 mAh de capacidad. Esta cifra en general da una buena autonomía a los usuarios para actividades de ocio o de trabajo.