Un objetivo en común conlleva el esfuerzo en conjunto. Los videojuegos han pasado de ser un hobby solitario a enaltecerse prácticamente como una suerte de lección in situ de lealtad y camaradería. La llegada de plataformas para jugar online abrieron la competición a todo tipo de usuarios que pueden jugar acompañados a una multitud de videojuegos: desde el famoso Minecraft, pasando por los más modernos como Starcraft o Warcraft y hasta otros más clásicos como Pacman o Tetris, entre tantos.
Los videojuegos ayudan en el proceso de socialización porque cuando trabajás con un equipo estás estimulado a abrir la mente en pro de aportar y recepcionar ideas.
Jugar videojuegos en cooperación es una manera de desarrollar esta habilidad, básicamente porque jugando conocés a personas que han tenido diversas experiencias y poseen distintas habilidades y conocimientos.
En los videojuegos de equipo todos tienen un mismo objetivo y pueden organizarse para lograrlo. Asimismo, conversan sobre estrategias, intercambian ideas y finalmente deciden cuál es la mejor forma de enfrentarse al rival.
Por ejemplo, en ciertos juegos de rol ya existe una dinámica establecida y cada jugador tiene un papel particular, por ejemplo, hay personajes que presentan más ataque, otros que pueden invocar, otros que tienen un mayor poder de curación, etc. De esta manera, las habilidades del equipo se nivelan y los jugadores se complementan los unos a los otros.
Al traducir este paradigma, en la vida real también contás con “jugadores” que tienen habilidades especiales y por ello forman parte del “equipo”. Y algunos de ellos serán tu mayor apoyo y en ocasiones vos serás el apoyo de otros miembros del equipo. Claros ejemplos, los mundiales de Lol (Worlds), y DoTA (The International).
También se trata de saber controlar las emociones y no perder la calma para que puedas finalizar la partida sin la necesidad de pelear con tus compañeros (en determinadas situaciones ya sabés que la frustración no sirve en el campo de juego, sólo podría terminar desesperando a tus compañeros y desestabilizando al equipo, así que sólo te queda respirar profundamente y continuar el juego).
En los juegos online la comunicación debe ser hecha en el acto, en particular porque todo se da de manera rápida y cualquier segundo perdido implica una ventaja para el equipo contrario. Tus compañeros lo comprenden y por eso saben que deben comunicarse de manera precisa y clara. Cuando llevás jugando mucho tiempo ya vas a ser capaz de comprender cierto argot propio del juego, incluso tal vez llegues a utilizar iniciales para comunicar un mensaje o estrategia específica.
Terminar en buenos términos con personas con las que no has tenido buenas experiencias de juego en equipo es un signo positivo, y no dejarse caer a la primera, lo es aún más.