Después de que Microsoft había mencionado que su sistema operativo, Windows 10 sería el último, lanzaron Windows 11, una última versión en octubre del 2021. Te contamos las principales diferentes entre estas dos versiones.
Sin duda, los mayores cambios entre ambas versiones de Windows (y los primeros que se perciben) afectan al aspecto de la interfaz de usuario. La tradicional alineación de iconos a la izquierda de la barra de tareas (propia de Windows desde sus orígenes, no sólo en Windows 10) se transmuta en una novedosa alineación centrada.
En cuanto clicamos en el menú de Windows, las diferencias se acumulan: en primer lugar, destacan las esquinas redondeadas, los iconos de tamaño más reducido y una posición destacada, en la cima del nuevo menú, para la barra de búsqueda.
Actualmente, podemos devolver los iconos de la barra de tareas a su antigua posición en la zona inferior izquierda, pero para eso tendremos que alterar la configuración por defecto.
El nuevo menú contextual -el que aparece al hacer clic con el botón derecho en el escritorio o en el Explorador- es, sin duda, uno de los cambios polémicos de Windows 11, al restringir artificialmente las opciones disponibles (que siguen accesibles mediante un segundo clic) y por suprimir la leyenda de texto que acompañaba hasta ahora a los iconos correspondientes a algunas de las funciones más usadas -como borrar, renombrar, copiar, cortar, pegar, etc- loque nos obliga ahora a estar adivinando la función de cada icono.
Por fortuna, existen métodos para restaurar el antiguo menú contextual de Windows 10 en Windows 11.
Una de las grandes novedades de Windows 11, y posiblemente la que más polémica generó cuando se anunció su lanzamiento, fue la relativa a los nuevos requisitos de hardware del sistema operativo. Si bien su nivel de exigencia en términos de potencia es similar al de Windows 10, cientos de miles de equipos compatibles con Windows 10 han sido incapaces de actualizar a su sucesor por culpa de la exigencia de placas bases modernas, equipadas con determinados modelos de CPU.
La exigencia de memoria RAM que en Windows 10 era de 2GB en la versión 11 escala a 4GB.
Uno de los grandes atractivos de Windows 11 cuando Microsoft lo anunció fue la posibilidad de instalar en el mismo aplicaciones Android como si se tratase de cualquier aplicación Windows, sin necesidad de emuladores ni de máquinas virtuales, sólo de un “subsistema Windows para Android” (WSA) equivalente al WSL que ya permite usar software Linux.
Este ha sido una gran diferencia con Windows 10 que solo permitía incorporar el uso de Android a través de emuladores.