Abusar de Internet o del tiempo de conexión puede conllevar problemas de ansiedad, sobreinformación e incluso dependencia emocional en relación con las redes sociales, además de llegar a limitar el contacto interpersonal y el aprendizaje de competencias sociales. Y por ello es importante la práctica de hábitos más saludables.
Está comprobado que el uso excesivo de Internet eleva los índices de sedentarismo, enfermedades cardiovasculares, obesidad y malos hábitos alimenticios, así también aumenta las posibilidades de sufrir cuadros agudos de estrés y otras enfermedades derivadas de la sobreexposición a los aparatos electrónicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consciente de esta problemática y de la dependencia a la tecnología y ciber conexión, hizo extensa una serie de recomendaciones para las personas que pasan muchas horas en la red.
En este sentido, la OMS hace un llamado a limitar la cantidad de horas que pasamos al tanto de las conexiones y a cuidar la salud física y mental. Por ejemplo, se pueden desactivar las aplicaciones que emiten notificaciones (evitará que las busques), no invertir más del tiempo del laboral (8-10 horas) en la red, apagar los dispositivos una hora antes de dormir, o al menos desactivar las notificaciones, hacer ejercicio de forma regular y evitar las sesiones durante las comidas, así como establecer una franja horaria libre de uso tecnológico.
También es preciso tener en cuenta ciertos hábitos saludables de conexión y prevención del ciberbullying para niños y niñas, como dormir sin dispositivos, no conectarse durante las comidas familiares y evitar el exceso de conexión (hay tiempo para todo: deportes, humor, lectura, estudio, música, etc.).
Los niños deben disponer de una amplia variedad de actividades que puedan realizar en su tiempo libre, como estar con sus amigos y hacer deporte, que les pueden ayudar al desarrollo saludable del cuerpo y de la mente.