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Hábitos saludables en Internet

Abusar de Internet o del tiempo de conexión puede conllevar problemas de ansiedad, sobreinformación e incluso dependencia emocional en relación con las redes sociales, además de llegar a limitar el contacto interpersonal y el aprendizaje de competencias sociales. Y por ello es importante la práctica de hábitos más saludables.

Está comprobado que el uso excesivo de Internet eleva los índices de sedentarismo, enfermedades cardiovasculares, obesidad y malos hábitos alimenticios, así también aumenta las posibilidades de sufrir cuadros agudos de estrés y otras enfermedades derivadas de la sobreexposición a los aparatos electrónicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) consciente de esta problemática y de la dependencia a la tecnología y ciber conexión, hizo extensa una serie de recomendaciones para las personas que pasan muchas horas en la red.

En este sentido, la OMS hace un llamado a limitar la cantidad de horas que pasamos al tanto de las conexiones y a cuidar la salud física y mental. Por ejemplo, se pueden desactivar las aplicaciones que emiten notificaciones (evitará que las busques), no invertir más del tiempo del laboral (8-10 horas) en la red, apagar los dispositivos una hora antes de dormir, o al menos desactivar las notificaciones, hacer ejercicio de forma regular y evitar las sesiones durante las comidas, así como establecer una franja horaria libre de uso tecnológico.

También es preciso tener en cuenta ciertos hábitos saludables de conexión y prevención del ciberbullying para niños y niñas, como dormir sin dispositivos, no conectarse durante las comidas familiares y evitar el exceso de conexión (hay tiempo para todo: deportes, humor, lectura, estudio, música, etc.).

Los niños deben disponer de una amplia variedad de actividades que puedan realizar en su tiempo libre, como estar con sus amigos y hacer deporte, que les pueden ayudar al desarrollo saludable del cuerpo y de la mente.

  • La Academia Americana de Pediatría (AAP) da las siguientes directrices sobre el tiempo que se puede pasar delante de pantallas en función de la edad.
  • Bebés y niños pequeños de hasta 18 meses de edad: no deben pasar tiempo delante de pantallas, con la única excepción de chatear por vídeo con parientes y amigos.
  • Niños pequeños de 18 a 24 meses de edad: algún tiempo delante de pantallas con un padre u otro cuidador.
  • Preescolares: no más de una hora al día de programas educativos, vistos con un padre o cuidador que les pueda ayudar a entender lo que están viendo.
  • Niños y adolescentes de 5 a 18 años: los padres deben poner límites consistentes al tiempo que pasan sus hijos ante pantallas, lo que incluye la televisión, los medios sociales y los videojuegos. Los medios no deben quitar horas de sueño ni de actividad física a ningún niño.