Tras lo que parecía el final de Kratos y su lucha contra los Dioses griegos en PS3, revivió en PS4 con la cuarta entrega de la saga, un reinicio que trasladó al guerrero espartano bastante más al norte y que nos conquistó a todos. God of War: Ragnarok será, salvo enorme sorpresa, uno de los juegos que marcarán la historia de PS5.
Nunca es mal momento para revivir la épica aventura de Kratos con el último God of War que salió a la venta en PS4 y ahora más todavía con la nueva actualización que habilitó Sony Santa Mónica en PS5, con la que logró que el juego se vea mejor que nunca.
Gracias a ella el juego se mueve ahora a 60 fps, es capaz de alcanzar una resolución en 4K Checkerboard y reduce considerablemente los tiempos de carga.
Cuando hablamos de la saga de Santa Monica Studio lo hacemos de una de las franquicias más míticas de la historia y su quinta entrega va a llegar en el mejor momento. Porque God of War 4 no solo fue el mejor juego de 2018, sino que ha sido uno de los tres o cuatro mejores de toda la generación PS4, como el God of War 3 lo fue de la PS3 y el primero y segundo de la PS2.
Pero el cuatro tuvo especial mérito porque todo lo que cambió y modificó de la idiosincrasia de la saga fue, de manera impresionante, para bien.
Un juego que roza la perfección y, si no la alcanza, es solo porque se trataba de un comienzo, uno del que ahora tendremos la esperada continuación que marcará, seguro, la generación PlayStation 5.
En la trilogía griega Kratos derrotaba a Ares en el primer juego, a Atenea en el segundo y al resto de dioses, incluido a Zeus, en el tercero. Aquí ocurre algo similar. Pese a la sombra continua de Thor y Odin, el gran rival del juego era Baldur, un Dios menor en celebridad que parecía hecho para preparar el camino al gran clímax.
Con el juego saliendo el primer año de la PS5 lo más probable es que tengamos otro God of War, el cierre de esta nueva trilogía, en esta misma generación. Por tanto, al igual que pasó en la primera, no creemos que la historia acabe aquí. Dejamos, por tanto, a Odin y Asgard para otro momento, para la tercera entrega. Aquí todo apunta, como anunciaba la escena postcréditos del God of War 4, a una lucha contra Thor.