Mark Zuckerberg declara la guerra a los deepfakes. Los vídeos editados con inteligencia artificial serán retirados de todas las plataformas ligadas a Facebook.
La serie ‘Years and years’ (HBO) expone esta cuestión como una conjunción de tinte futurista, con rivales de la arena política creando vídeos de sus adversarios para sabotear sus campañas, pero los deepfakes ya tienen más de presente que futuro.
Lanzado en diciembre de 2016, el programa third party fact-checking examina el contenido desarrollado por Facebook y remunera a unos 60 medios de todo el mundo, de información general o especializados, por utilizar sus fact checks en Facebook, Instagram y Messenger.
La principal preocupación se centra en los llamados deepfakes (vídeos falsos realizados con inteligencia artificial) y el posible impacto que podrían tener en las elecciones estadounidenses que se desarrollarán este fin de año, teniendo en cuenta el caso del vídeo alterado de la Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, que se volvió viral (simulaba que la mujer dejaba evidenciar sus errores de pronunciación) y un hipotético aumento de casos de acoso a mujeres (estadísticamente superior).
Su proliferación con herramientas de acceso público (como las aplicaciones Zao o FaceApp) aborda el campo ético sobre la veracidad de lo que se está produciendo, ya que colinda la frontera entre la realidad, la ficción y las consecuencias en la vida de las posibles víctimas.
En la amplia mayoría de las situaciones, los deepfakes se difunden con tono humorístico, o con fines culturales, pero también hay quienes se sirven de ellos para difundir noticias falsas y ampliar su espectro de acción, manipulando a las masas ya que con técnica y hardware es posible producir clips tan realistas que induzcan a miles de usuarios a creer algo sencillamente falso.
El cambio de política se anunció a través del blog de la corporación, donde señala que empezó a eliminar contenidos que hayan sido alterados de forma que una “persona promedio” no pueda notar la diferencia o que hayan sido concebidos mediante inteligencia artificial o los también llamados algoritmos de aprendizaje automático.
Esta medida no incluye los contenidos que sean parodias o sátiras, tampoco vídeos que hayan sido editados para cortar palabras, producir flashes o cambiar el orden de ciertas frases.
Facebook no habla del número de personas o empresas contratadas que están actualmente dedicadas a identificar, rastrear y bajar los videos infractores, pero Zuckerberg aseguró que aquellos que no cumplan con las nuevas reglas serán removidos en la brevedad posible y los usuarios que sean denunciados serán chequeados por los equipos de verificadores externos.