Hace sesenta y tres años se creó el primer minicomputador de la mano del físico Wesley A. Clark. Hacemos un repaso por su biografía y como impulsó su invención.
Wesley A. Clark fue el responsable de diseñar la primera computadora personal moderna.
El físico nació en New Haven el 10 de abril de 1927. Su familia se mudó a California y asistió a la Universidad Berkeley, donde se licenció en física en 1947.
La creación de Clark revolucionó el ámbito tecnológico y construyó un puente desde la era del sistema mainframe de las computadoras, que eran inaccesibles al público en general y estaba programados con pilas de tarjetas perforadas. Posteriormente, gracias a su diseño se crearon las computadoras personales que respondían de manera interactiva al usuario.
Clark logró sus avances al trabajar con un pequeño grupo de científicos e ingenieros en el Laboratorio del Instituto Lincoln de Massachusetts a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Desde el inicio Clark tuvo la grandiosa idea de que eventualmente los costos de las computadoras caerían inexorablemente para dar lugar a ordenadores prácticos que hasta ese momento no existían.
El punto central de su tesis se basaba en que, conforme investigaba, los gabinetes metálicos que albergaban las computadoras a finales de los cincuenta e inicios de los sesenta eventualmente irían desapareciendo a medida que las tecnologías microelectrónicas evolucionaran y se redujeran los tamaños de los circuitos.
El trabajo de Clark comenzó en mayo de 1961, cuando logró conformar un equipo de ingenieros del MIT para el desarrollo de la computadora de instrumentos de laboratorio, conocida por las siglas LINC.
El LINC representó una disrupción con lo que hasta ese momento se conocía sobre el mundo de la informática y sus recursos. El enfoque de diseño de Clark, era lograr un equipo que conecte a varios usuarios a un solo ordenador cambiando rápidamente los recursos del procesador de un usuario a otro.
Wesley Clark ya había diseñado una serie de computadoras experimentales y estaba seguro de que su invención podía concretarse a pesar de los comentarios externos de sus colegas que dudaban sobre tal posibilidad.
Otro principal motor de motivación de Clark, era lograr satisfacer las necesidades de investigación de biólogos e investigadores médicos al crear una computadora bajo el control del usuario.
El microcomputador fue uno de los pocos proyectos no clasificados en el Laboratorio Lincoln a principios de la década de 1960 y que estaba totalmente destinado para el uso de profesionales médicos e investigadores científicos.
La potencia de este microcomputador era solo de una pequeña fracción si comparamos con las computadoras personales de la actualidad. Pero, representó un gran saltó para la invención de una máquina autónoma que contara con un sistema operativo y una pequeña pantalla.
El LINC como se conocía al microcomputador por los científicos, se utilizó por primera vez en el año 1962 y su tarea inicial fue analizar las respuestas neuronales de un gato como parte de un estudio en el Instituto Nacional de Salud Mental en Bethesda, Maryland (EE.UU.).
Cada microcomputador se caracterizaba por tener una pantalla y un teclado diminuto compuesto por cuatro módulos metálicos. La máquina, una computadora de 12 bits, incluía un procesador de medio MHz (algo bastante austero si se compara con la potencia actual de un smartphone).
La creación de Clark lo llevó a diseñar otras computadoras experimentales que siguieron pavimentando el avance de la tecnología de los ordenadores.