Una notable reimaginación de la villana de 101 dálmatas al servicio de una arrolladora Emma Stone, que lleva al personaje de Disney a un mundo donde Dickens desfila por una pasarela de moda. Cruella da al fin con la fórmula perfecta para las adaptaciones “live-action” de sus clásicos animados.
La estrategia de Disney de hacer nuevas versiones en imagen real de sus queridos clásicos animados está siendo de lo más rentable, pero también no muy interesante en términos artísticos. Uno de los principales motivos es que la mayoría de las películas se asemejan demasiado a la obra original, resultando así imposible justificar su existencia más allá de su función como fotocopia más o menos conseguida.
Ojo, no siempre es el caso, pues ya en “Mulán” hubo muchas desviaciones respecto a la cinta 1998, pero el caso de “Cruella” es aún más estimulante sobre el papel, ya que Craig Gillespie, el director, comentó que se alejaron completamente de “101 dálmatas”.
Los periodistas que tuvieron la oportunidad de ver la película ya volcaron sus impresiones en Twitter. Hay que recordar que estos primeros mensajes siempre suelen ser muy entusiastas y destacan solo lo positivo, pero la verdad es que las reacciones son muy, muy favorables. Denominan a la película «icónica», «divina» y «posiblemente la sorpresa del verano».
Quienes se ganan mayores aplausos son las dos protagonistas: Emma Stone y Emma Thompson. Juntas son «un par icónico» y tienen «un encanto perverso». Algunos llegan a decir que Stone es «la perfección» como Cruella de Vil, y eso que ya tuvimos a Glenn Close.
El vestuario y ese aire «anti-Disney» también acaparó la atención de la prensa. La diseñadora de vestuario Jenny Beavan, ganadora de dos Oscar por “Una habitación con vistas” y “Mad Max: Fury Road”, luce tanto como Emma Stone, que viste 47 trajes a lo largo del metraje.
Quizá la mayor razón de ser de la cinta está en explorar los orígenes de la mítica villana. A fin de cuentas, tampoco sabíamos mucho de su pasado, por lo que era el terreno de cultivo ideal para intentar hacer algo diferente ya que el personaje en realidad tiene muy poco que ver con una de las pocas asesinas de perros que haya conquistado al gran público.