En la década de los 80 un chip defectuoso alertó un ataque inexistente y casi terminó por desembocar en la Tercera Guerra Mundial. Te contamos el detrás de esta curiosa anécdota histórica.
El 3 de junio 1980 sería una fecha histórica en los Estados Unidos ya que estuvieron a punto de poner en marcha el protocolo nuclear. Hacia las 3 de la madrugada de este día, los centros de control del Pentágono detectaron que 220 misiles nucleares lanzados desde submarinos soviéticos se dirigían hacia EE.UU.
Lo curioso era que algunos radares no detectaban el ataque y otros simplemente rebajaban la cantidad de misiles a tan solo 22. Con esos detalles bastantes contradictorios, las autoridades continuaron con el protocolo de defensa, pero indagando si la información era realmente válida.
El punto principal del porqué había tanta cautela era porque meses antes, en noviembre del año 1979, llegaron a detectar un ataque soviético que hizo que despegasen varios bombarderos y aviones de combate para reprimir el ataque.
Una vez las aeronaves estaban en marcha, los pilotos se percataron que los datos recibidos no se correspondían con las comprobaciones visuales, por lo que determinaron que era un error.
Posteriormente, se supo que habían dejado instalado en el ordenador -que detectaba los ataques- un programa de entrenamiento, que terminó ejecutándose de manera accidental.
Por esa razón, cuando en 1980 volvió a encenderse la alarma, los encargados de los centros de mando norteamericanos decidieron ser prudentes antes de avanzar. Primeramente, se pusieron en contacto con Zbigniew Brezezinski que era el Asesor de Seguridad Nacional del Presidente de los Estados Unidos, para informarle de la situación.
El asesor presidencial se sorprendió con la información y no comentó nada a sus familiares. Según Zbigniew estaba convencido de que, si la amenaza seguía adelante, en media hora el mundo estaría destruido y no merecía alentar a la preocupación de su familia ni a la ciudadanía.
Con el que debía mantener una conversación rápidamente era con el entonces presidente Jimmy Carter que, como presidente, era el encargado de dirigir la operación de defensa desde un avión oficial que estaría en vuelo durante el lapso que durasen las hostilidades.
Finalmente, el supuesto ataque soviético resultó ser totalmente falso. Todo se debía a un error en los ordenadores por un fallo en un chip que, al informar de que el número de misiles soviéticos rumbo a Estados Unidos era 000, cambió los dos primeros dígitos por doses y, más tarde, eliminó el cero final.
Finalmente, el supuesto ataque soviético resultó ser totalmente falso. Todo se debía a un error en los ordenadores por un fallo en un chip que, al informar de que el número de misiles soviéticos rumbo a Estados Unidos era 000, cambió los dos primeros dígitos por doses y, más tarde, eliminó el cero final.
Lo anecdótico de esta situación era que el error podría haberse evitado cambiando el chip que tenía un costo de 46 centavos al precio del dólar de la época.
Por suerte el evento no paso mayores, pero alertó sobre la importancia de controlar los ordenadores y su mantenimiento.
El hecho trascendió la cultura global quedando la paradoja de como casi el mundo termina en una debacle total por culpa de un chip defectuoso que podía sustituirse por la módica suma de 46 centavos.