Los smartphones alteraron radicalmente la manera en que trabajamos, socializamos, nos organizamos y entretenemos. Tus amigos, familiares, compañeros de trabajo y el resto de la población están a un mensaje de distancia. Si tienes una emergencia, puedes mandarle una foto o video a alguien y pedirle ayuda de manera rápida y sencilla.
Sin embargo, a los adultos les corresponde una labor de educación en ese mundo digital. Si atendemos a los expertos consultados, la decisión sobre dar o no un smartphone a un niño va a depender bastante más del uso que se vaya a hacer de él.
Poner reglas de uso y dejar claro que el smartphone no es suyo. Incluso si hubiese llegado como regalo, buena parte del uso que harán de él requerirá de Internet. Por lo tanto, el internet cuesta un dinero que pagan los padres. Así que, de alguna forma, el smartphone es de los padres.
Acordar con los niños unas condiciones de uso que pueden incluir momentos de desconexión, sitios donde puede usarse o no el smartphone, así como razones por las que los adultos pueden revisar o no el dispositivo.
La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría revelaron en un estudio 10 razones por las que los niños menores de 12 años no deben usar estos aparatos sin control. Según su estudio los bebés de 0 a 2 años no deben tener contacto alguno con la tecnología. De 3 años a 5 años deberían solo usarlo 1 hora al día y de 6 a 18 años solo 2 horas al día.
Hace unos años causaba inquietud que los niños vieran mucho tiempo la televisión. En la actualidad, la preocupación viene del uso excesivo de tabletas y smartphones. Por ejemplo, en una tarde de verano aburrida, un niño puede estar más de cinco horas viendo la televisión y jugando con la tableta y el móvil. Los niños necesitan salir al patio a jugar y divertirse.