Dentro de la cultura pop actual hay una gran tendencia que tiene que ver con ser “cosplayer” (del inglés: costume play, jugar a interpretar), esto es recrear a los personajes favoritos, salidos de historietas o libros, y darles vida en un espacio en común con otras personas que comparten la misma pasión. Recordemos por ejemplo que, hacia finales de la década de los 90s y comienzos del 2000 cuando Harry Potter de JK Rowling explotaba en las ventas, los chicos iban a las librerías a esperar que se ponga en venta el siguiente libro y lo hacían ataviados como el personaje principal, o alguno de sus amigos. Con el retorno de la fiebre de Star Wars con “La Amenaza Fantasma” en 1999 y sus episodios sucesivos, no resultaba extraño ver en las noticias muchos Darth Vaders, Princesas Leia o Luke Skywalkers mientras formaban fila esperando entrar al cine. Pero si buscamos información nos encontramos que este fanatismo viene desde hace décadas atrás.
En realidad, los comics de superhéroes surgieron hace más de 80 años y fue la aceptación que tuvieron lo que hizo que se popularice, sobre todo cuando el consumidor dejó de ser el niño y pasó a incluir a personas adultas entre los principales compradores que estaban formando largas colas en los kioscos esperando por las nuevas historietas. Esto llevó a la industria fijarse en las ganancias que podría tener uno de estos personajes si fuera llevado a los hogares a través de la pantalla chica y así fue como Superman fue el primer superhéroe en llegar a la televisión allá por 1952. Se captó un gran mercado de seguidores y, sin duda, los fanáticos se volvieron aún más fanáticos. En este sentido, si hablamos de cultura pop actual, es básicamente algo que nace de un grupo de gente, se populariza y se vuelve una tendencia masiva.
Si nos adelantamos en el tiempo, vemos que de la pantalla chica pasó a la grande y el gran potencial de este mercado se multiplicó. Conocemos compañías como Marvel o DC Comics y su gran apoyo a la comunidad de seguidores, que no es un hecho menor. Las apariciones de los actores en las conferencias de las comic-con suelen ser una de las atracciones más convocantes y con más repercusión en las redes y en los medios de prensa. Pero todo esto no se trata sólo de superhéroes, ya que lograr un cosplayer de animé son un tremendo desafío, pero a la vez, los resultados son impresionantes.
Hay muchas razones por las que las convenciones de cómics (comic-con) han cobrado tanto impulso en los últimos años, incluida la cultura pop que se inunda con proyectos de cómics, más personas interesadas en este género, y otros factores. Hablando de convenciones, la más conocida es la de San Diego, pero no es la única ni la más importante. En los últimos años fueron ganando adeptos las de Nueva York, Seattle y Bruselas. Dentro de este universo también se encuentran otras áreas fuertemente vinculadas: el maquillaje, los efectos especiales, el doblaje, vestuario, y otras.
En Paraguay, la comunidad de cosplayers y seguidores de comics y animés continúa en aumento, prueba de ello son los eventos que vienen organizando desde algún tiempo atrás, a pulmón, en Asunción y distintas ciudades del interior, como el Asia Pop, Hanami Fest, y otros, todos organizados por los fanáticos de este estilo, a la espera de que una comic-con en nuestro país pueda ser pronto una realidad. Hace algunos años atrás hubo un intento de Comic-con en Paraguay, sin embargo, hoy en día los derechos de este evento fueron adquiridos por Club Media, la misma productora que trajo a nuestro país el Club Media Fest en el 2017 y otras marcas exitosas como Cruce de Campeones y Goals.