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Si pensás que ya viste todas las películas de espías posibles, Código Negro viene a demostrarte lo contrario. Esta nueva propuesta de Steven Soderbergh reescribe las reglas del thriller de espionaje: no se trata de bombas a punto de estallar ni de persecuciones por techos en ciudades europeas —aunque hay algo de eso—, sino de miradas que ocultan secretos, relaciones bajo sospecha, y un matrimonio que se convierte en campo de batalla.
El nuevo drama de espionaje dirigido por Steven Soderbergh ya está disponible para alquilar en Flow
La historia gira en torno a George Woodhouse y su esposa Kathryn, dos agentes de inteligencia británicos interpretados con gran magnetismo por Michael Fassbender y Cate Blanchett. Al inicio, su relación parece perfecta: comparten una vida de lujo, complicidad y deseo, hasta que una lista de sospechosos pone todo en duda. Entre los nombres que podrían haber robado un dispositivo de seguridad nacional, aparece el de Kathryn.
¿Hasta dónde llega la lealtad cuando el amor y la traición parecen hablar el mismo idioma?
El guion, escrito por David Koepp (Misión Imposible, La habitación del pánico), construye un rompecabezas en el que las piezas no siempre encajan a la primera. La trama avanza con inteligencia, suspenso y diálogos afilados, donde cada frase parece tener un doble sentido. El término “código negro”, que en la jerga interna de los personajes marca los temas prohibidos, refleja el dilema central: ¿cómo se sostiene una relación cuando el secreto se convierte en rutina?
A lo largo de la película, Soderbergh explora cómo las personas que viven ocultando información, incluso entre ellas, pueden seguir construyendo un vínculo. Y lo hace con su estilo característico: elegante, preciso y visualmente envolvente.
El diseño visual de Código Negro es parte clave de su atmósfera: locaciones sofisticadas, vestuario minimalista sin logos, interiores silenciosos donde cada plano parece medido al milímetro. Pero debajo de esa superficie contenida, se cuece un drama intenso, alimentado por deseo, ambición y duda. Fassbender brilla como el agente que nunca pierde la compostura, y Blanchett se mueve con una ambigüedad que la vuelve fascinante e impredecible.
Lo que podría haber sido una historia más dentro del género de espías, se transforma en un estudio sobre la intimidad, el poder y el autocontrol, disfrazado de thriller.
Si te atraen las historias de espionaje con estilo, profundidad y una buena dosis de tensión emocional, Código Negro es una cita obligada. Ya está disponible para alquilar en Flow, para que la veas cuando quieras, desde cualquiera de tus dispositivos.
Poné en pausa el mundo exterior y sumergite en un drama elegante que esconde más de lo que muestra.