Cartas Sororas, Diana Ramírez la mecánica

Me llamo Diana Ramírez, me conocen como “Diana la mecánica”. No sé cómo redactar una carta pero les hablaré de corazón a todas las mujeres que luchan y creen firmemente en lo que son capaces de hacer, las que dejan salir el miedo y no se limitan, simplemente creen que pueden llegar lejos.

Les resumiré mi vida de pequeña hasta la adolescencia. Crecí en un taller mecánico en el que mi padre es mecánico, desde pequeña siempre fui muy apegada a él y me gustaba lo que hacía. Desde pequeña tenía en mente pero no sabía a lo que me enfrentaba, a los 15 años decidí seguir Bachillerato Técnico en Mecánica Automotriz pero jamás imaginé que al estudiar estaría rodeada de 40 hombres, donde tenía que lidiar con algunos compañeros de mentalidad machista y me minimizaban, las constantes frases “no vas a poder”, “esto no es para vos”, “porque no te dedicas a otra cosa, esto no es para mujeres, ser mecánico requiere de fuerza”, palabras de burlas, mientras al otro lado mis padres, profesores y directivos me apoyaban al 100%, lo que me llevaba a ser más responsable conmigo misma y con la lucha constante por la igualdad de género.

Ahora les contaré mi vida fuera del estudio y adentrándome al mundo, donde tenía que ganarme la confianza y respeto del jefe y cliente. No fue nada fácil pero era una motivación para mí que me crean “incapaz”, porque de ahí es donde quitaba lo mejor de mí. Nadie me dijo que el mundo de la mecánica era fácil, pero cuando cada cosa la haces por vocación, te lucís, le dedicas mucha confianza, concentración, inteligencia, delicadeza y por sobre todo paciencia. Eso mismo doy en cada trabajo que hago, le pongo mucha pasión, y con eso logré ganarme la confianza de mis clientes, mostrando en las redes mi día a día en la mecánica y enseñando.

No todos tenemos el camino libre de piedras, muchas veces me costó salir adelante porque creía que no podía, pero no hay mejor vencedora que aquella que ha caído intentado hacer lo correcto con la fuerza suficiente para levantarse. Tener éxito en la vida no es sencillo, el dinero o el poder no son los únicos factores a considerar, tener éxito radica en ser feliz en tu vida y hacer felices a los demás, dejar una huella y enseñanza.

El mensaje que quiero dejarles es que somos MUJERES PODEROSAS, que luchamos cada día por cumplir nuestros objetivos, que nos armamos de valor y nos ponemos la armadura para luchar contra las adversidades. Nuestro secreto es que nunca nos rendimos y que nada ni nadie nos podrá detener, somos mujeres con decisión, mujeres con libertad y con mucho coraje. Mi frase diaria es “QUIERO, PUEDO Y ME LO MEREZCO”. Espero ser de un ejemplo para ustedes.

Hola!