Bibliotecas Callejeras: una nueva forma de darle color a las comunidades a través de los libros

Bajo la premisa de fomentar la cultura y el amor por la lectura nació la iniciativa “Bibliotecas Callejeras”, que consiste en acercar toda clase de textos a varios puntos del país, por medio de buzones de libros que permiten a los ciudadanos retirar una obra gratuitamente, a cambio de otra.

El proyecto inició oficialmente el año pasado, cuando Aníbal Barreto, Pryscila León y varios miembros de una comunidad en Lambaré inauguraron la primera Biblioteca Callejera con la donación de 40 libros y se expandió velozmente la idea a otras localidades del país.

A esa iniciativa se sumó Álvaro Giménez, quien en su particular aventura de recorrer el Paraguay a pie, con una sonrisa permanente nos contó cómo se prendió a la iniciativa. “Estoy recorriendo el país a pie, con el objetivo de recabar historias de varias de las comunidades del Paraguay, y eventualmente hacer un libro al respecto. Durante mi recorrido me enteré de las Bibliotecas Callejeras, y dije que tenía que ayudar con la fantástica iniciativa. Mi rol en el proyecto, es ser promotor comunitario, es decir, durante mi recorrido hablo con varios miembros de las comunidades que visito, y veo la posibilidad de incluir un mueble Biblioviva en la zona”, reveló.

Las Bibliovivas son los muebles que pueden ser de metal o algún otro material que ayude a que los libros que están adentro no se vean deteriorados por la exposición a la intemperie, “tenemos un manual, en el cual está incluida la forma en que se tiene que desarrollar el mueble, el cual debería albergar entre unos 30 y 40 libros. La creación del mueble no debería costar más de Gs. 500.000, que es un dinero que se consigue por medio de donaciones de los interesados en el proyecto. Hasta ahora, ya tenemos 10 muebles en distintos puntos, y 15 más en fase de desarrollo, si la iniciativa crece, nuestro objetivo para fin de año es alcanzar los 100 muebles en varias comunidades del país”, contó Álvaro.

“En el manual que tenemos para la construcción de una Biblioviva, además, tenemos, además de nuestra misión y visión, los posibles desafíos que el proyecto pueda ocasionar en la comunidad, por ejemplo: cómo generar una campaña para surtir los muebles; y cuál es la importancia de hacer un acto de inauguración del mueble, para que los habitantes se puedan sentir más involucrados con la iniciativa. Además, fomentamos la creación de clubes de lecturas, ciclos de cuenta cuentos, etc”, señaló.

“El foco principal de todo esto es llegar a la mayor cantidad de comunidades posibles, y por eso también estamos buscando que los distintos municipios participen de la iniciativa, para poder fomentar la construcción y la reposición de los libros que están en los muebles, puesto que esa parte, hasta ahora es la más complicada. Buscamos que las Bibliovivas estén siempre llenas, y que los libros vayan circulando continuamente, esa clase de actividad es a la que apuntamos”, agregó.

No obstante, a pesar del desafío que lleva a la gente acostumbrarse al intercambio de libros, y mantener la Biblioviva activa, Álvaro tiene un enfoque optimista, “mucha gente ya se acercó a nosotros para realizar donación de muchísimos libros, encontramos mucho interés de parte de las personas en que esto salga adelante, y son muchas obras las que ya se pueden difundir gracias a eso. Otra fase del proyecto es, justamente, tratar de segmentar todas las obras que van llegando. Es decir, cuando, por ejemplo nos lleguen libros que puedan servir más a un ambiente académico, queremos colocar un mueble en un entorno educativo, para que los alumnos se puedan nutrir de esos libros, si nos llegan otro tipo de textos que se puedan disfrutar más en las plazas, queremos que estén en los muebles que crearemos en las plazas”, subrayó.

Viaje a pie y Valiente

Álvaro, además de difusor de la iniciativa Biblioteca Callejeras, también tiene su propio, objetivo, que es desarrollar su propio libro. “Justamente, inicié este viaje a pie con la idea de hacer mi propio libro, inspirado en todo lo que voy conociendo sobre todas las ciudades que visito. Durante el viaje, en Santa María de la Fe, en Misiones, me empezó a acompañar Valiente, un perro que me siguió desde entonces, y que me acompaña en este hermoso recorrido”, relató.

“Nuestro viaje es genial y hace que las caminatas sean menos pesadas, ya recorrimos muchísimo, y llegamos hasta Sapukái, ciudad en la que tuvimos que tomar un receso porque me enfermé y tuve que volver a casa, lógicamente, Valiente ya vino conmigo, no se separa un segundo”, mencionó sonriendo. Valiente hasta tiene su propio perfil de Instagram que podés verlo aquí.

Si querés saber más sobre el proyecto de Bibliotecas Callejeras, acá podés encontrar su perfil de Facebook.

Para contactarte con Álvaro para conocer más sobre las Bibliovivas, acá tenés su perfil de Facebook.

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