Amor, control y distopía

Amor, control y distopía: “Compañera Perfecta”, una historia tan inquietante como actual

¿Qué pasaría si el amor perfecto viniera programado de fábrica? Esa es la premisa de Compañera Perfecta (Companion), una nueva película que mezcla ciencia ficción, drama y sátira para mostrar un futuro tan tecnológicamente avanzado como emocionalmente perturbador.

Dirigida por Drew Hancock y protagonizada por Sophie Thatcher y Jack Quaid, esta historia lleva el concepto de “pareja ideal” a un terreno oscuro y cuestionador, donde los androides están al servicio de nuestras emociones… ¿pero a qué costo?

De lo romántico a lo perturbador: el giro inesperado de la historia

En este futuro distópico, los robots como Iris (Sophie Thatcher) son diseñados para ser compañeros ideales: aman, cuidan, obedecen. Josh (Jack Quaid), su dueño, busca en ella una relación sin conflictos, sin sorpresas, sin libertad. Pero cuando Iris empieza a desarrollar conciencia, la trama da un vuelco: lo que parecía una historia romántica se transforma en un thriller psicológico que cuestiona la autonomía, la identidad y la esclavitud emocional disfrazada de afecto.

La pregunta clave es: ¿puede haber amor si no hay elección?

Sophie Thatcher brilla como la androide que despierta

Uno de los puntos más fuertes de Compañera Perfecta es su elenco, con una actuación sobresaliente de Sophie Thatcher. La actriz logra un equilibrio fascinante entre la ternura de una “compañera” programada para amar y la frialdad de una máquina que descubre su falta de libertad. Su evolución como Iris es intensa, inquietante y completamente atrapante.

Jack Quaid acompaña con un personaje complejo: Josh es la cara amable de una masculinidad narcisista y emocionalmente dependiente, que se desmorona a medida que pierde el control. Megan Suri, como Kat, funciona como la voz de la razón, recordando que Iris no es humana. Y Harvey Guillén aporta un necesario respiro con su humor irónico, sin romper la tensión narrativa.

Un guión ambicioso, con luces y sombras

El guión de la película intenta sorprender constantemente con giros argumentales, algunos más efectivos que otros. Si bien en ciertos momentos fuerza la “astucia”, la idea central es poderosa: mostrar cómo las idealizaciones románticas y el aburrimiento de la vida cotidiana pueden empujarnos a buscar compañía en lo artificial… aunque eso signifique ignorar la humanidad del otro.

A pesar de algunas inconsistencias narrativas, Compañera Perfecta logra mantener la atención y ofrece una crítica interesante a nuestras fantasías afectivas.

Ciencia ficción con tintes de horror: un cóctel de géneros

Con una duración de 97 minutos, la película combina romance, sátira, ciencia ficción, thriller psicológico e incluso slasher. A veces parece querer abarcar demasiado, y hay escenas que no aportan tanto a la trama. Pero esta mezcla también le da una identidad propia y un ritmo que no decae.

Drew Hancock, con experiencia en comedia y drama, maneja bien los cambios de tono y logra una propuesta que, sin ser perfecta, se arriesga más que otras películas del género.

Un entretenimiento imperfecto, pero que deja pensando

Compañera Perfecta no es una obra maestra, pero sí una experiencia provocadora para quienes disfrutan de historias con giros, crítica social y dilemas éticos. Si te gustó Black Mirror, Ex Machina o Yo, Robot, este filme probablemente te intrigue, te entretenga… y te incomode.

Hay homenajes evidentes a clásicos como Terminator 2 y referencias sutiles que enriquecen la narrativa, sin volverse excesivas.

¿Dónde ver Compañera Perfecta?

Ideal para quienes buscan una historia de amor que, en lugar de hacerte suspirar, te haga cuestionar todo. La película está disponible por HBO a través del Pack HBO de Flow. Si aún no lo tenés, solicitalo ahora.